En el Día Internacional de la Mujer, conmemoro más de cuatro décadas de lucha valiente de las mujeres iraníes contra el régimen más misógino de la historia y del mundo. Y felicito a todas las mujeres de nuestro país en este día.
Todos estos años, las mujeres iraníes han luchado contra un régimen que la discriminación y el apartheid de género son parte inseparable de su existencia. Un régimen criminal que ha permitido la violencia doméstica, los cónyuges y las mujeres matanzas basadas en las leyes inconstitucionales de la jurisprudencia y la Sharia (impuesta desde casi 1400 años de conquista musulmana de persia), y prácticamente ha convertido a las mujeres iraníes en ciudadanas de segunda clase. Un régimen que ha impuesto el hiyab obligatorio a las mujeres iraníes, y le ha quitado derechos primarios como el divorcio, la custodia de los hijos, el derecho a salir del país, el derecho a ejercer sin restricciones y la entrada libre a los estadios.
El fundamentalismo islámico que ha gobernado Irán durante las últimas cuatro décadas y desafortunadamente una vez más llegó al poder en nuestro país vecino Afganistán, es el mayor enemigo de las mujeres; y por lo tanto, los esfuerzos incansables de la mujer iraní y Afganistán por la libertad y el logro de sus derechos perdidos son llamados a la atención. Apreciación y aprecio por el. Se necesita un apoyo doble.
No olvidemos que hoy, las mujeres iraníes son la bandera del movimiento justicia, además de la lucha para eliminar la discriminación de género; en primera fila, hay protestas legítimas de maestros y pensionistas; y los hombres de dos caras lideran la lucha por el derrocamiento de la República Islámica y la libertad de Irán.
El que lo entendió correctamente dice que su libertad está ligada a la libertad de Irán.
Atte: Reza Pahlavi II
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